sábado, 15 de octubre de 2016

Indaguemos un poco acerca de la poesía

Revisa el siguiente texto escrito por el poeta venezolano Vicente Gerbasi, escribe o imprime y pega en tu cuaderno el párrafo que más te llame la atención. En el encuentro de aula socializaremos nuestros párrafos favoritos:



LA RAMA D EL RELÁMPAGO

Del libro "La Rama del Relámpago", 
Caracas, Ediciones Mar Caribe 1953. Notas sobre Poesía





La poesía estuvo al principio estrechamente ligada a la música y a la danza. Poco a poco fue logrando su autonomía, su libertad, su propia imagen, como ocurre con todas las cosas de acuerdo con la ley de la eterna evolución que rige el ser de la Naturaleza.
Dentro de esta autonomía ha venido alcanzando una tan alta y tan difícil depuración, que posiblemente se le podría considerar corno la más alta manifestación del espíritu humano. En su evolución, la poesía ha llegado a exigir necesariamente lo que Rimbaud llamó "alquimia del lenguaje", es decir, una combinación o aleación de las palabras perfectamente ajustada al sentimiento, a la experiencia o la atmósfera que se quiera expresar, de modo que permita la estructuración cabal del poema, con su mundo de innumerables presencias y de infinitas resonancias. 
¿Cómo dar una opinión clara y concreta sobre la poesía, acerca de lo que es realmente la poesía? Esto no lo ha hecho nadie. Ni los más grandes poetas, ni los más grandes críticos. Porque los mismos grandes poetas, que son dueños de la sabiduría poética, no sabrían explicar los medios de que se valen para estructurar un poema, y mucho menos sabrían hablar del fenómeno que tan misteriosamente los impulsa a componer ese algo que se llama poema. En el arduo trabajo de la poesía –en que hay de actitud mística, de oscuro esfuerzo, de hechicería, de exploración profunda del alma y de conocimiento mágico de la Naturaleza–, el poeta plasma la secreta y lúcida imagen de las vivencias esenciales del hombre. Por eso, un poema, que sea producto de un genuino proceso de creación, no es la expresión únicamente del hombre que lo ha escrito, sino de toda la humanidad, porque en ese poema ha de haber algo o mucho de la gran experiencia de la especie.
Ahora bien, el poeta que puede emplear el verbo universal, aun partiendo de experiencias locales; que puede mencionar lo que esta en el alma de todos, ha llegado a esa extraordinaria posibilidad por un constante y difícil trabajo interior, por un doloroso trabajo que sólo le es dado al artista y mediante el cual es posible crear.

A muchos nos gustaría estar en posesión de las matemáticas del cosmos para no vivir en la desesperación. Nos gustaría explicarnos el Universo con los números y no con los sentimientos para sufrir menos y estar más cerca de la libertad. Pero resulta que estamos condenados a sentir el Universo, sin podérnoslo explicar. Este es el caso de los poetas. A menos que se trate de poetas que sean dueños de las ciencias, y en este caso ya dejarían de ser poetas para ser científicos. ¿Pero hasta que punto un científico, un astrónomo, por ejemplo, puede no ser un desesperado cuando se coloca ante el Universo? Cuando el hombre, por la inteligencia, por los sentimientos, por el anhelo, se colocó en el centro del Universo, desde ese mismo instante se convirtió en el blanco de todas las potencias. Desde ese momento soporta el peso del misterio. El hombre es el hombre porque tiene conocimiento del infinito y porque la inmanencia del infinito en él, lo hace necesariamente prometeico. Nuestra tragedia consiste en ver el Universo desde donde estamos, desde nuestra limitación.

***


El trabajo fundamental del poeta es descubrir su propio ser, desentrañar su propia alma, poner en evidencia, con todo el poder de sus sentidos, las experiencias que yacen en la luz y la sombra de sus abismos psíquicos. Y es al mismo tiempo el más difícil de los trabajos del poeta este trabajo interior, este trabajo que nos conduce a nuestra propia revelación, a la revelación del mundo, a la revelación de la realidad. La poesía es el medio por el cual le ha sido dado al hombre legar su documento más serio. Y es menester agregar que todo arte es la expresión más genuina del hombre. Por el arte la humanidad adquiere un valor trascendente y sagrado. El arte nos revela un sentido superior de la existencia. Por él se permanece. 

Entre todas las formas de expresión artística, es, sin duda, la poesía la más compleja, la más difícil y la más reveladora. En ella se aúna el delirio experimental que nos transmiten los sentidos al don primordial del lenguaje que el hombre ha heredado corno la más alta forma de la superación de la naturaleza para que sea lo que es como hombre.

La metáfora

Para el poeta la metáfora es el medio por el cual le es permitido erigirse en mago, en creador. La metáfora es un juego mediante el cual el espíritu realiza su secreto y sagrado anhelo de transformar y crear. Una bella metáfora es un milagro, y viceversa. Si mal no recuerdo, nuestro gran poeta Andrés Eloy Blanco decía en cierta ocasión que Cristo, al multiplicar los panes, había hecho una metáfora.
En el campo de la ciencia también aparece la metáfora. El hombre ha logrado transformar la energía en luz eléctrica, en maravillosos avisos luminosos que transforman las noches de las urbes en alucinantes movimientos de colores siderales. Ha captado las ondas hercianas para traernos a un apacible rincón de nuestras casas los sonidos y las imágenes de países lejanos. Ha desintegrado el átomo para ponerlo al servicio de la muerte o del progreso.
Cuando un poeta logra una metáfora, multiplica, desintegra una serie de elementos y los reintegra en un mágico movimiento del lenguaje, en el que intervienen el color, la forma, la música, formando una unidad imprevista. La metáfora está formada con elementos de la Naturaleza, con vivencias que la Naturaleza y la existencia le han ofrecido al poeta. 
Si el lenguaje es el don primordial que el hombre ha heredado corno la más alta forma de superación de la Naturaleza, la metáfora es la más alta forma de superación del lenguaje. Es por ella que el poeta logra poner en juego su mundo vivencial y representar la Naturaleza en una dimensión de encantamiento.
La metáfora, que siempre se abre y se cierra a manera de arco diríamos de arcoiris aparece siempre con su propia atmósfera enigmática. Por eso ha de prescindir del lenguaje lógico. Sus matices, ya sean de color, de forma, de sonido. La metáfora es una invención, una creación que posee su propia lógica.

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